18 de abril de 2009

Hospital del Tórax (I)

"Cuando el río suena, agua lleva"

Ya lo decíamos antes de entrar... ¡aquel lugar no podía ser solo un escenario de múltiples leyendas fomentadas en mentiras paganas! Qué ignorantes nosotros cuando, tranquilos en nuestro recorrido por el hospital, pensábamos que al fin y al cabo nada era verdad... qué ignorantes al pensar que el Hospital del Tórax nos había defraudado.


Voy a narrar los hechos tal y como sucedieron, sin historias de cosecha propia. Y además, lo voy a hacer advirtiendo de que nuestra incursión en tal lugar fue desde el absoluto respeto, sin hacer rituales, invocaciones ni ninguna otra acción que pudiera vaticinar mal augurio para nosotros. Advierto, además, que las sorpresas están al final.

16 de Abril del 2009: día inestable meteorológicamente hablando, con grandes claros y grandes tormentas. 10pm, parada de metro de Fabra i Puig en Barcelona, empieza nuestra aventura no sin antes recoger a Marco, nuestro guía. Sin él, y en definitiva sin alguien que haya entrado antes, la entrada en el lugar es prácticamente imposible. Mil gracias. 11:30pm, llegamos al destino tras una parada para repostar y unas cuantas vueltas de más en Terrassa. Al final, el gran hospital se presenta ante nosotros majestuosamente, imponiéndose tras los cristales de nuestros coches que dejamos tras el hospital, en un bosque.
La subida hasta el lugar está marcada por una extraña sensación de miedo, alerta (por esquivar a la seguridad) y ansias y emoción. Tras bordear el cerco cual soldado se esconde tras plantas, árboles y muros de un campo de combate, entramos al recinto aliviados por no ver seguridad. Hay que ir por el sendero justo, atravesar el ala derecha de una iglesia cerrada a cal y canto - lástima -, y atravesar el dichoso bosque de los gritos, que si no fuera por la leyenda a mí me parecía más bien un encantador jardín para tomar el aire. Sigilosamente (o no, pues el suelo está lleno de cristales y escombros que seguro nos delatan), bordeamos el hospital por su parte derecha para ir a la ventana abierta... que esta vez no lo estaba. Por suerte, otro agujero cercano nos dejaría empezar nuestra aventura, no sin dificultades.



Marcando el camino de regreso a casa, nos adentramos en el hospital con mucha calma. Subimos lentamente las escaleras, parándonos en las plantas 2 (en la que vimos luz en un par de puertas), 5 y 8 (en la que estuvimos un buen rato mirando fuera, y vimos cómo una linterna se movía alrededor del bosque, y cómo un vigilante de seguridad había hecho su aparición por los exteriores del recinto).

"Ei, hemos visto a un tío como cuatro pisos más abajo... de negro, sin linterna, subiendo las escaleras..."

Es la confesión de Uri y Fran, no recuerdo a qué altura exactamente del ascenso. ¿Sin linterna? Hay total oscuridad... ¿Quién había allí? De todas formas aquello no nos quitó el sueño, y tras atravesar habitaciones, señales de rituales satánicos, tablas de Ouija y frescos, llegamos a la novena planta con calma, seguros de que nada iba pasarnos. Ruidos... gente afirma escuchar voces, extraños sonidos... una luz al otro lado del hospital... (al cual no hay acceso para personas...), pero como es obvio nada de esto nos asusta, aunque quizás nos altera un poco y acelera nuestra salida del lugar, pero seguimos tranquilos.

El problema vino en el descenso... de pronto, bajando por las escaleras, cae una piedra, y tras esa piedra otra... desde arriba del todo. ¿Podría ser alguien de nosotros? No lo sé, pero aquello nos asustó bastante, y ahora sí teníamos ganas de salir... cuando lo mejor estaba aún por llegar.


Fue al volver a la habitación por la que habíamos entrado... de pronto un fuerte olor a madera quemada, alguien había tapado la entrada con un tablón de madera. No os podéis imaginar el pánico... ¿quién nos había tapado la entrada? En teoría nadie más había entrado... ¿seguridad? ¿Qué seguridad hace éso? Dios mío... el pánico se acrecenta cuando un servidor dice haber visto algo detrás... Sí... vi algo... y note presencias... por primera vez en el recorrido... además, estoy seguro de haber visto una luz, como de una vela... detrás del tablón. Al final, lo tiramos, y salimos...

Estaba seguro de que mis visiones y mis sensaciones eran un ejercicio de parapsicología... lo estaba hasta que en el vídeo captamos una sombra, como etérea, pasar por detrás del tablón... sí... está todo grabado, y es por ello que ahora yo mismo dudo de la naturaleza de mis percepciones... más aún cuando Javi, mi primo y otro de los aventureros, confesó haber visto también algo detrás del tablón.

De nuevo Javi dice haber visto una sombra atravesar el pasillo, Mercè - otra de las acompañantes -, afirma que una mujer de negro nos perseguía en uno de los pasillos. Nat y Mercè de nuevo afirman haber escuchado susurros en la 9a planta... el hombre de negro, el tablón... ¿queríamos algo más? No voy a decantarme por la naturaleza de lo que pasó, pero estoy feliz de haber estado en aquel lugar, y de tener ahora documentos dignos de ser analizados... así que es posible que intentemos contactar con Cuarto Milenio o algo así, el video desde luego lo merece.


Mil gracias a todos por haber venido: Marco, David, Javi, Uri, Fran, Daniel, Virgili, Mercè y Nat. La verdad es que el grupo fue estupendo, y contra todo pronóstico mantuvimos siempre la calma y el "viaje" por lo paranormal se hizo muy ameno.

Espero una segunda parte con el famoso vídeo, si consigo cortarlo y cambiar de formato.

Gracias a todos.

3 comentarios:

  1. Wenn der Fluß klingt, wasser bringt.

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  2. Que pasada!! Quiero ir de excursión a buscar fantasmas!! >_<

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  3. Tío, soy Sergio, hablamos de este tema el otro día. QUIERO VER ESE VIDEO si o si. Y la proxima vez no pierdo eso ni de coña.

    Me estan rechinando los dientes con tu relato, interesantisimo.

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